LA LADRONA DE LIBROS (Markus Zusak)

LA LADRONA DE LIBROS,
de Markus Zusak.
2005 || Género: novela histórica juvenil/adulta  || Lumen || Autoconclusivo || 533 págs.|| 21,90€
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Érase una vez un pueblo donde las noches eran largas y la muerte contaba su propia historia.
En el pueblo vivía una niña que quería leer, un hombre que tocaba el acordeón y un joven judío que escribía cuentos hermosos para escapar del horror de la guerra. Al cabo de un tiempo, la niña se convirtió en una ladrona que robaba libros y regalaba palabras. Con éstas se escribió una historia hermosa y cruel que ahora ya es una novela inolvidable.

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He disfrutado cada capítulo, cada frase, cada palabra de este libro como nunca antes lo había hecho con otro. Y sí, eso significa que ha pasado directamente a mi lista de libros favoritos.

Ni con la mejor reseña podría hacer justicia a esta obra.

La ladrona de libros nos narra la historia... No, espera. La ladrona de libros no es quién nos la cuenta. La ladrona de libros es la protagonista, pero el verdadero narrador de la historia es alguien algo de lo que todos hemos oído hablar: es la muerte.

Esto es algo muy peculiar, algo que caracteriza a esta maravillosa novela que cuenta con una de las mejores prosas que he disfrutado hasta el momento. Una traducción espectacular y pulida a más no poder que nos plasma una historia que transcurre durante la Segunda Guerra Mundial.

Como muchos sabréis, la mayoría de las novelas que tratan esta época histórica, suele hacerlo desde el punto de vista de un judío (tenemos el caso de Anna Frank o El niño del pijama de rayas). Pero este caso da totalmente la vuelta a la tortilla: Liesel es una niña alemana adoptada por una pareja mayor en un lugar donde conocerá el verdadero significado del amor, de la amistad, de la valentía y del honor a través de numerosas circunstancias a las que tendrá que enfrentarse siendo, tan solo, una cría a la que le encanta leer. 

Cuando empezó a escribir su historia, se preguntó por el momento exacto en que los libros y las palabras no solo comenzaron a tener algún significado, sino que lo significaban todo.

No os voy a contar más de lo qué va la historia, porque son muchísimas cuestiones las que trata. No voy a analizar la trama, ni a contarosla detalladamente. Y diréis: ¿Qué clase de reseña es esta?

Pues la mejor que puedo daros, porque este libro merece ser leído con ingenuidad, con cierta inocencia, sin saber muy bien qué es lo que hace de esta una novela memorable, porque una de las mejores cosas de mi lectura ha sido ir descubriéndolo poco a poco.

Este libro me ha hecho sentir una fuerte necesidad de conocer a los personajes, sobre todo a nuestra protagonista, Liesel.

Es curioso, porque nunca me había ocurrido esto con tal intensidad. Nunca había sentido tanto a unos personajes. No solo son las descripciones las que nos cuentan en este libro como son cada uno de aquellos personajes que lo protagonizan, sino que también entran en juego los hechos.

Como en nuestro día a día, vamos descubriendo lo que el interior de cada una de las personas que componen el mundo de Liesel Meminger, esconde. Lo que le da más realismo a la historia. Todo ello da como resultado unos protagonistas magníficamente perfilados con los que es imposible no conectar en cada una de las situaciones que en la historia se presentan.

Debió de haberla querido con todo su corazón. Tanto, que nunca más volvería a pedírselo y se iría a la tumba sin él.

Y con la narración tenemos más de lo mismo: magia, magia en estado puro. Markus Zusak nos cuenta esta historia con una prosa sublime y casi poética en la que usa los recurso de los flash-forward -que al contrario que el flash-back, nos muestra un futuro que todavía no ha sucedido, amparándose en los conocimientos venideros- y de los incisos que efectúa cada dos por tres  escritos en una tipografía distinta. Aunque al principio se hacen raros, rápidamente el lector se habitúa a estos incisos y comprende que forman parte de la manera en que está narrada esta historia capaz de teletransportarnos al mismísimo nazismo de 1933. Sin duda alguna, el punto fuerte de la novela.

En definitiva, La ladrona de libros ha resultado ser un libro desgarrador que ha pasado a la cúspide de mis libros favoritos por robarme el corazón. Una obra sumamente original con un final desgarrador y, a la vez, esperanzador.

Dicen que a buen entendedor con pocas palabras le basta. Sobran las palabras ante esta obra. Y sobran porque os la recomendaría hasta la saciedad sin importar quien fueses.

*En colaboración con Penguin Random House

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